Jayme Fucs Bar
¿Cómo puede ser que en el calendario judío ya estemos en el año 5784? ¿Y desde cuándo empezamos a contar?
De hecho, he escuchado a muchas personas cuestionar la forma en que contamos el tiempo. Muchos me preguntan: ¿De dónde surgió esta idea? Lo que aprenderemos juntos a lo largo de estas líneas es cómo se produjo este proceso de definir el conteo del año judío. Además, entenderemos mejor el calendario judío y las modificaciones que ha sufrido a lo largo de los 3500 años de historia judía.
Lo que sí sabemos es que en el pasado bíblico el pueblo de Israel siempre contaba el año a partir de un gran evento histórico, que sirvió como el comienzo de los años. Para el pueblo de Israel, el evento que definirá el conteo del año judío es el Éxodo de Egipto. Si hubiéramos mantenido esta tradición, estaríamos hoy en el año 3336 (de la salida de Egipto), que corresponde al actual año judío de 5784.
Ya sé que algunos deben estar preguntándose: ¿Cómo sabemos ésto? ¿Cómo es posible saber que este es el año 3336 desde el Éxodo? ¡Sabemos por que está escrito!: «En el segundo año, los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto», estas escrituras aparecen en el Libro de Reyes (I y II). Pero como el judaísmo es muy dinámico y ha sufrido constantemente cambios, ajustes y adaptaciones durante su existencia, esta tradición fue cambiada en el período de la destrucción del Primer Templo en el año 586 a.e.c., un hecho que llevó al cautiverio de Babilonia.
En virtud de la influencia externa de esta primera gran diáspora, el pueblo de Israel absorbió muchas de las costumbres de la cultura babilónica y de toda la región de Mesopotamia, un hecho que no solo influyó en el conteo del tiempo en este período, sino también en el nombramiento mismo de los meses del calendario judío.
Muchos no lo saben, pero el origen de los nombres de los meses de nuestro calendario actual proviene de la lengua acadia y no del hebreo. De hecho, la tradición actual de situar el comienzo del año en otoño tiene su origen en el calendario de la antigua Babilonia. Nuestros sabios adoptaron esta costumbre durante el exilio y la trajeron consigo a su regreso a la Tierra de Israel.
Pero esta realidad cambió con la gran hazaña lograda por los Asmoneos (los Macabeos), que lograron expulsar a los griegos de la Tierra de Israel y liberar el Templo de Jerusalén del yugo de los extranjeros, proporcionando el retorno de la libertad y la autonomía del pueblo judío en su propio territorio. Gracias a este gran evento se definió una nueva forma de contar los años judíos. La prueba de ésto es lo que está escrito en el Libro de Macabeos: «El yugo de los gentiles fue quitado de Israel, y el pueblo de Israel comenzó a escribir en libros y notas al año de (reinado) Simón, el Sumo Sacerdote».
De hecho, después del final del período macabeo y la conquista de Judea por el Imperio Romano, la cuenta del año sufrió varias modificaciones, principalmente debido a la influencia de la cultura romana. A pesar de ésto, podemos identificar una costumbre estrechamente vinculada a la tradición judía: contar los años a través de la «shmitá» – el descanso que se da a la tierra cultivada después de siete años para que se recupere (el «Shabat de la tierra»).
Esta es una forma diferente de contar los años dentro del propio calendario hebreo, establecida en los Rollos del Mar Muerto de Qumrán. También sabemos que este formato de conteo se usó durante todo el período del Segundo Templo (ss. III, II y I a.e.c.). Después de la destrucción del Segundo Templo en el año 70 e.c., hubo un gran vacío en el mundo judío en cuanto a la forma y costumbre de contar los años, pero sabemos que esta tradición persistió en ciertos lugares, donde los judíos comenzaron a contar los años desde la destrucción del Segundo Templo.
Pero, ¿cuándo comenzaron los judíos a contar los años judíos tal como lo conocemos hoy? De hecho, este proceso de redefinición sólo comenzó después de la conquista de Judea por los musulmanes en el año 638 e.c., cuando la Tierra de Israel dejó de estar dominada por el Imperio Bizantino.
Toda esta problemática que involucra el conteo de los años generó una discusión que durante mucho tiempo buscó definir la respuesta a esta pregunta: ¿El nuevo conteo de los años del nuevo calendario judío comenzará en la creación del mundo? ¿O de la creación del primer ser humano? Lo que veremos será una diversidad de ideas y controversias sobre el tema, entre ellas la opinión del famoso sabio y rabino Saadia Gaón, quien fue uno de los grandes opositores de la definición del calendario judío a través de la creación del mundo. Saadia Gaón formuló su razonamiento basado en las pruebas y cálculos extraídos de lo que está escrito en la Torá, según el cual el año judío actual, 5784, tiene como referencia la creación del ser humano y no la creación del mundo.
Hay otra definición creada por el rabí Eliézer. Según él, «el primer ser humano (Adán y Eva) fue creado en Rosh Hashaná, que es el primer día de la creación del mundo». Esta afirmación ha generado una gran confusión, ya que es una idea bastante contradictoria, pero lo interesante es que muchos interpretan la afirmación del rabí Eliézer de manera diferente. Según esta interpretación, el significado de «la creación del mundo» está relacionado con la creación del «mundo venidero» o el «mundo» humano.
Por su parte, los defensores de contar los años judíos desde la creación del mundo usan como referencia una tradición del Talmud, que dice que el conteo del año judío habría sido mostrado a Moisés por Dios durante las dos semanas anteriores al comienzo del Éxodo, en una luna nueva del mes de Nisán. Esta revelación habría ocurrido 2.448 años después de la creación del mundo.
Correcto o no, lo importante es entender que los conceptos de tiempo en la antigüedad eran muy diferentes de nuestra forma de entenderlos hoy. Por ejemplo: el nacimiento (cumpleaños) de una persona fue contado y celebrado el día después de la fecha de nacimiento…
Explicado mejor: si una persona nació el 13 de julio, siempre celebraría su cumpleaños al día siguiente, el 14 de julio.
Según el pensamiento judío, el año cero no existe. Esta discusión se convirtió en un gran conflicto durante los siglos X y XI, con la división del mundo judío en dos vertientes. La discusión no fue sobre el número del año judío en el que estaban los judíos, sino más bien sobre qué parámetro debería permanecer en el recuento de años. Los judíos de Europa han adoptado el concepto de contar el año judío a través de la creación del mundo, pero los judíos de Oriente adoptarán el parámetro de la creación del ser humano.
Con el tiempo, la discusión finalmente se resolvió con el surgimiento de un cierto consenso, según el cual el conteo del año judío está relacionado con la creación del ser humano y no con la creación del mundo. Sin embargo, todavía podemos leer en varios textos y artículos, o incluso escuchar de varios rabinos, que el conteo del año judío tiene lugar a través de la creación del mundo.
Les dejo a ustedes definir sus propios criterios. ¿Estamos a 5784 años de la creación del mundo? ¿O la creación del ser humano? Con todo todavía hay una explicación que busca responder a una pregunta importante, sobre esta contradicción: ¿Cómo puede ser que el mundo haya sido creado en 6 días?
Es importante entender que esta necesidad de establecer un nuevo conteo en el calendario judío que ocurrió recién en la Edad Media, en realidad tenía mucho más sentido político y pedagógico que buscar una respuesta lógica a esta pregunta. La idea era mostrar a los judíos su antigüedad frente al mundo cristiano y musulmán y menos si este cálculo era exacto o no.
Pero no olvidemos que también hay quienes todavía llevan la cuenta del año judío a través de la costumbre más antigua, registrada en la Torá, que fue la partida del pueblo de Israel de la tierra de Egipto hace 3.336 años.
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