
Rabino Andy Faur
La festividad de Tu Bishvat, es una de las menos conocidas del calendario hebreo. La razón principal de este hecho es, que durante muchos siglos este «jag» estuvo marginado de los eventos a celebrar en el judaísmo y sólo recobró su significado a través de los seguidores del falso mesías Shabetai Tzvi en el S. XVII, de los místicos cabalistas de Tzfat en el S. XVI y con la aparición del sionismo secular en la escena histórica del pueblo judio a fines del S. XIX, como detallaremos a continuación.
Historia de un festejo
En sus comienzos bíblicos, la fecha de Tu Bishvat (día 15 del mes de Shvat, nombre acadio/babilónico) no era una festividad, sino una fecha que se utilizaba para contabilizar impuestos, entre un año impositivo y otro. Era la fecha en la cual se realizaba la separación de los frutos de los árboles: un árbol que dío frutos antes del 15 de Shvat, era considerado impositivamente del año anterior, si daba frutos después de este día, era considerado contablemente para el próximo período fiscal.
La mención de esta fecha como un evento importante, aparece por vez primera en la Mishná (S. II-III), junto a otras fechas importantes, en un contexto muy particular:
Los cuatro comienzos de año son: »
El primero de Nisán – el comienzo del año para los reyes y las fiestas (de peregrinación).
El primero de Elul – es el comienzo del año para el diezmo del ganado. Rabí Eleazar y Rabí Shimón dicen que es el primero de Tishréi.
El primero de Tishréi – es el comienzo del año para el año sabático (shmitá) y de jubileo; para la plantación y las verduras.
El primero de Shvat – es el comienzo del año para el árbol, como indica la escuela de Shamái. La escuela de Hillel dice que es el 15 de Shvat .»
Mishná, Tratado Rosh Hashaná 1:1.
Según dicha fuente, vemos entonces que era uno de los «años nuevos» y de las fechas agrícolas en la época bíblica con un significado netamente administrativo y del cual, lamentablemente, no contamos con ninguna otra versión o descripción más detallada.
Luego de ser mencionada en la Mishná, Tu Bishvat fue ignorada durante mucho tiempo (casi diez siglos) en el desarrollo cultural y religioso del judaísmo. Los primeros testimonios de su «renacer» según algunos historiadores, los encontramos recién con la noticia de la realización de un primigenio acto o ceremonia especial para dicha festividad. El mismo, tuvo lugar en la mística ciudad de Tzfat, allá por mediados del siglo XVI, de la mano de uno de los grandes cabalistas (místicos judíos) de la época, el Rabí Itzjak Luria, más conocido por el apódo deHaAri Hakadosh, y que según dichas fuentes, fue allí donde se implementó por primera vez la costumbre del Séder de Tu Bishvat, que incluye la ingesta de frutas secas, costumbre traída de Europa por los expulsados de España y Portugal llegados a la Tierra de Israel, hacia fines del S. XV.
Por otro lado, fuentes alternativas ubican dichos comienzos, en las prácticas de los seguidores del falso mesías Shabetai Tzvi en la Turquía de finales del Siglo XVII, que consideraron la fecha como la festividad de su líder y maestro. Estos «shabetaístas» crearon ceremonias especiales, cánticos y rezos y le integraron la costumbre de comer frutas.
Es de resaltar que el movimiento shabetaísta primitivo, estuvo muy influenciado por las enseñanzas cabalísticas y los escritos místicos de HaArí Hakadosh, causa por la cual podemos encontrar coincidencias y puntos de encuentro entre ambas tendencias.
Séder de Tu Bishvat
La costumbre de realizar un «séder» (ceremonia ordenada y estructurada) en dicha fecha, la encontramos detallada un tiempo más tarde en el libro Jemdat Iamim en el cual se denotan influencias shabetaístas, aparecido en Esmirna, Turquia, allá por 1731-1732. En este se indica la forma en que debe desarrollarse dicha ceremonia con rezos, cánticos, ingestión de frutas y lectura de diversos textos sagrados y de partes del Zóhar (libro central de la enseñanza cabalística) relacionados con las frutas y los árboles .
A partir de la publicación de este libro y en el posterior complemento Pri Etz Hadar, veinte años después en Salónica, es cuando el jag se empieza a popularizar pasando a ser parte de las festividades del calendario hebreo. En primera instancia entre las comunidades sefardíes de Turquía y los países de la zona del Medio Oriente y luego en las jasídicas del este europeo, estas últimas fuertemente influenciadas por el misticismo cabalístico en sus comienzos.
El séder establecido, tiene varios simanim (señales o componentes), que evocan al Séder de Pésaj tradicional. En el mismo, se beben también cuatro copas de vino, pero a diferencia del de Pésaj, el color del vino a tomar en las diferentes copas va cambiando gradualmente, comenzando por el blanco, pasando por el rosado y terminando en el tinto oscuro.
Esta costumbre tiene varias interpretaciones como ser la que simboliza los cambios del clima y las estaciones. Desde el invierno, simbolizado por el vino blanco (el letargo, la palidez) pasando por el rosado (el comienzo de la primavera y el florecimiento) hasta llegar al rojo intenso del verano.
La costumbre de comer frutas, la vemos detallada en el texto Pri Etz Hadar, antes mencionado, en donde dicha ceremonia está compuesta por 32 frutas, divididas en cuatro categorías distintas (por lo visto también equiparando a componentes del Séder de Pésaj): la primera categoría es aquella de las cuales sólo se come la cáscara como el algarrobo; la segunda, es aquella en la que se come la parte interna cercana a la cáscara como el mango; la tercera, es la que se come toda la parte externa como el dátil o la aceituna y la cuarta, las que se come su parte interna como ser la almendra.
La costumbre de comer frutos de la Tierra de Israel en los diferentes países de la díaspora cobró a partir de esta festividad un nuevo significado, que expresa la añoranza que los judíos de la diáspora sentían por la Tierra de Israel, y el anhelo de retornar a la misma.
Estas frutas son las conocidas como las Shivat Haminim (siete especies) autóctonas de la Tierra de Israel: trigo, cebada, vid, higo, granada, aceite (de olivo) y miel (de dátil) (Ver libro bíblico Dvarim – Deuteronomio, capítulo 8 versículo 8).
Tanto los shabetaístas como los cabalistas, veían en la realización del citado Séder, de fuertes componentes místicos y mesiánicos, un acto de Tikún Olam (especie de corrección o reparación del Universo) para expiar pecados anteriores y para acercar la Gueulá – la redención completa de la humanidad .
Tu Bishvat, el Sionismo y el Estado de Israel
A partir de los comienzos de la Primera Aliá a Eretz Israel, en los años ’80 del siglo XIX, surge la necesidad de hacer reverdecer nuevamente la tierra, hacerla productiva y fortalecer la relación con la misma de los judíos que comenzaban a llegar a estas costas.
La costumbre de plantar árboles en la Tierra de Israel, la conocemos de la moshavá Iesod Hamaalá, en el norte de Israel en 1885, pero la idea de convertirla en una «fiesta de la naturaleza y los árboles» fue del recordado maestro y educador de la moshavá de Zijrón Yaakov, Zeev Yavetz, que en Tu Bishvat del año 1890 llevó a sus alumnos al campo y los hizo plantar retoños de árboles (a pesar de no ser la época ideal para plantaciones), que luego se convertirían en parte del paisaje de los bosques que hoy cubren de verde las colinas de la Tierra de Israel.
En el año 1908 la Organización de maestros y maestras jardineras (primer sindicato hebreo en Palestina), decidió que Tu Bishvat se convierta en una fiesta de la naturaleza y una fiesta de plantaciones.
Yavetz y los primeros jalutzim (pioneros) crearon de esta manera, una nueva tradición que se popularizó rápidamente y que continúa hasta el día de hoy.
Ya con la creación del Estado de Israel, el Ministerio de Educación declaró que Tu Bishvat sería el Día del cuidado de la naturaleza y la semana previa al jag, la Semana del cuidado de la naturaleza, en la red escolar nacional.
Como vemos, de la histórica cultura judía – multifacética y variada, podemos rescatar los más diversos valores y contenidos: desde los esencialmente humanistas y pluralistas en algunos casos, hasta aquellos más actuales y relevantes a la realidad en que vivimos hoy, como ser la ecología y el cuidado de nuestro medio ambiente.