Rabino Avi Pascal
(25:1) Dijo el Eterno a Moshé: (2) «Habla a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda, de todo varón que las diere de su corazón, tomaréis mi ofrenda. (3) Ésta es la ofrenda que tomaréis de ellos: oro, plata y cobre, (4) azul celeste y púrpura, tinte carmesí, lino y pelo de cabra, (5) cueros de carnero teñidos de bermejo, cueros de tejón y madera de acacia, (6) aceite para las luminarias, especias para aceite de la unción y para el incienso aromático, (7) piedras de ónix y piedras de engarce para el efod y el pectoral. (8) Y me harán un santuario y moraré entre ellos. (9) Tal como te muestro, como el modelo del tabernáculo y el modelo de los utensilios, así haréis.
RASHI (Rabi Shlomó Itzjaki, 1040-1105), eminente exégeta de nuestra literatura clásica dice:
Ofrenda: que separen una parte de sus bienes y la entreguen.
Si bien es cierto que el precepto de caridad es muy iportante, pero sólo si se la dá de los bienes propios – de sus bienes adquiridos con rectitud; en cambio, los bienes adquiridos por medios inapropiados, sobre ellos el Señor bendito sea no pide que se cumplan preceptos, tal como está escrito: «Porque yo el Eterno amo la justicia, odio el latrocinio y la iniquidad» (Ieshaiáhu – Isaías, 61:8), porque amo la justicia, la rectitud y la honestidad, por eso detesto cuando me traen ofrendas de bienes robados y expoliados…
Hay personas que pretenden expiar por sus iniquiedades en asuntos de bienes al separar de los mismos para cridad; sin embargo, realmente el Seños bendito sea no acepta esta caridad, y más aún la odia. Sobre esto dice el profeta: «Guardad la justicia y haced caridad» (Ieshaiáhu 56:1) – primero «guardad la justicia» – debéis comportaros con rectitud sin explotar al prójimo, y sólo entonces «haced caridad» – con bienes legítimos.
Dos versículos importantes al comienzo de la parashá llamaron mi atención.
En el versículo (2) Dios ordena tomar una ofrenda: «Habla a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda…» Dios considera que la ofrenda para un asunto importante de la comunidad se debe tomar no dar.
RASHI en la explicación aquí citada, no se refiere a que se toma o se dá, pero agrega sobre la necesidad de la comunidad un nuevo e importante criterio: el origen del dinero – si es dinero «blanco» o «negro». Dios ama regalos y beneficencia cuyo origen es puro, y odia las dádivas con dinero que no lo es.
¿Sabemos hoy cuál es el origen de la beneficencia dada por los diversos donantes? ¿Sabemos cuáles son sus móviles? ¿Las aceptaríamos si lo supiéramos?
Me parece que en nuestro tiempo la importancia de tomar dinero para asuntos de justicia social es terriblemente reducida – veamos por ejemplo las líneas de pobreza, el número de niños indigentes frente a la delgada capa de ricos, y las brechas sociales que se van ampliando; veamos también las prioridades en el presupuesto nacional, los comedores populares establecidos sobre las ruinas de un estado de bienestar social, etc.
El segundo versículo, el (8), es uno de los fundamentales en mi ideología judía – laica – humanista: «Y me harán un santuario y moraré entre ellos.»
¡Qué hermoso! Es cierto que me contruyen un templo – un lugar para el culto, pero yo moraré entre ellos, es decir: si no van a tener un Dios en su corazón – ¿para qué preciso un santuario? Ante todo sed humanos (mentch), tal como lo escribe RASHI en su exégesis que apoya la visión social de los profetas, y que coloca al culto en posición muy inferior frente a la justicia, la honestidad y la sociedad.
Shabat shalom.
Hagámonos un santuario íntimo, que resida en nuestro interior, dirija nuestros actos y ayude a nuestros pensamientos, ya que éstos deben anticiparse a nuestras acciones.